Unas 70.000 personas abarrotaron el estadio de la Copa Mundial de Seúl el sábado cuando Franklin Graham, presidente y director ejecutivo de la Asociación Evangelística «Billy Graham», pronunció un apasionado sermón en el 50 aniversario del histórico evangelismo de su padre Billy Graham en Seúl.
Las iglesias en Corea invitaron a Franklin a participar en una reunión para ofrecer inspiración y motivación, recordando el impacto que tuvo la reunión anterior. El pastor Billy Kim, quien se desempeñó como traductor de Billy Graham en el histórico evento de 1973, también extendió la invitación.
La intervención de Graham dio cuenta de un evento que reunió a 1,1 millones de personas en Yoido el 3 de junio de 1973. Esta cruzada, la mayor encabezada por Billy Graham, fue objeto de una asistencia masiva, que evidenció un entusiasmo excepcional por involucrarse con el mensaje de Jesús.
«Corea ha cambiado mucho en 50 años. El mundo ha cambiado, pero el amor de Dios por ti no ha cambiado. Dios te hizo, te creó y te ama. Él envió a su Hijo Jesucristo desde él para salvarlos de sus pecados. Si está dispuesto a aceptar eso por fe, cree en su nombre y se aparta de sus pecados, su alma estará segura en sus manos por la eternidad», dijo Graham a la multitud.
Según una declaración de BGEA a The Christian Post, la cantidad de asistentes al evento superó con creces la capacidad del estadio, ya que miles de personas tomaron decisiones para cambiar sus vidas a través de Cristo.
Con humildad y honor, Graham se refirió a la gran ocasión en la que ha sido parte, destacando la influencia perdurable de su padre en las iglesias de Corea y el papel que desempeñó la cruzada de 1973 en su propio desarrollo espiritual.
«La última vez que mi padre vio al Dr. Billy Kim, le dijo: ‘Hagamos una cruzada más en Corea», dijo Graham, expresando que su padre habría estado muy feliz y agradecido por un evento tan magnífico.
«No hay nación en el mundo como Corea, pero todo el dinero y toda la tecnología no llenan el vacío en el corazón humano. La gente quiere saber, ‘¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es el propósito y el significado de mi vida?’ La gente está buscando, y ni siquiera saben lo que están buscando, pero falta algo. Solo Dios puede llenar ese vacío. He venido a predicar un mensaje simple del amor de Dios por el pueblo coreano y quiero que todos sepan cómo pueden tener una relación personal con Dios a través de la fe en Su Hijo Jesucristo».