Un obstetra y ex empleado de Planned Parenthood reveló que los órganos de bebés abortados fueron extraídos mientras aún estaban vivos.
La falta de respeto por la vida humana llega lejos cuando se trata del aborto y la venta de cuerpos de bebés abortados. Según el Christian Post, un grupo de vigilancia provida ha publicado varios documentos que muestran que las autoridades federales investigaron a la «Universidad de Pittsburgh» en Estados Unidos por sus prácticas de investigación que involucra tejido fetal.
El CMP (Centro para el Progreso Médico) ya había revelado, en 2015, a través de vídeos, qué ejecutivos de Planned Parenthood, una red de clínicas de aborto conocido en todo el mundo, vendían ilegalmente los bebés abortados.
El presidente de la organización antiaborto, David Daleiden, también expresó su preocupación por el papel de Planned como proveedor de partes del cuerpo fetal para la Universidad: «Los hechos descubiertos son más horribles de lo que imaginábamos».
Según la organización provida, que lleva décadas investigando, la clínica abortista encubre atrocidades humanas cometidas contra madres y bebés: “Es hora de que se haga justicia”.
Uno de los experimentos de la Universidad que atrajo la atención de los medios fue un estudio de septiembre de 2020, donde Scientific Reports reveló el desarrollo de “ratones humanizados” trasplantando partes del cuerpo humano a roedores.
La posibilidad del experimento requiere, sin embargo, que el tejido aún esté caliente y, para ello, es necesario “inducir el parto” en el procedimiento de aborto.
CMP cree que la Universidad de Pittsburgh extrae riñones de bebés abortados mientras aún están vivos. David Prentice, vicepresidente de asuntos científicos del grupo de expertos provida «Charlotte Lozier Institute», dijo que el nuevo informe del CMP le parecía “impactante y brutal”.
Entre los detalles está que el material necesario para crear injertos de piel en roedores se habría obtenido arrancando el cuero cabelludo a niños que fueron abortados entre las 18 y 20 semanas de gestación.
La Dra. Ronna Jurow, obstetra y ginecóloga que anteriormente trabajó en Planned Parenthood, dijo a Fox News que «no había duda» de que los bebés estaban vivos cuando se extrajeron sus órganos.
La universidad negó cualquier irregularidad con respecto a sus prácticas de experimentación fetal y se defendió diciendo que «cumplen plenamente con los requisitos reglamentarios federales y estatales con respecto a la investigación de tejido fetal».