Mircle, un holandés que quedó huérfano a los 2 años y sufrió abuso psicológico por parte de sus padres adoptivos. Encontró la paz después de llegar al Evangelio luego de enfrentar una infancia difícil.
Cuando tenía 2 años, su madre murió y él y su hermano quedaron en la indigencia. “Mi hermano tenía cuatro años y mi padre estaba en prisión en Surinam en ese momento. Estuvimos tres semanas solos en esa casa, porque nadie sabía que mi madre había muerto. No pudimos llamar a nadie”, dijo Mircle a Revive.
Hasta que un tío los encontró en la residencia y los hermanos fueron dados en adopción. “No había nadie que tuviera el espacio ni la capacidad económica para cuidarnos”, explicó el joven.
Mircle y su hermano fueron adoptados por una familia, pero no recibieron amor, en lugar de eso sufrieron abuso psicológico en su nuevo hogar.
Recuerda que no la pasó bien con sus padres adoptivos. “Estaba solo y ellos no se sentían padres”, dijo.
Cuando cumplió 18 años, Mircle descubrió que sus padres adoptivos le habían robado la pensión de orfandad a la que tenía derecho.
“No gané nada porque se lo guardaron todo. Entonces dije: ‘Este es mi dinero’ y lo transferí a mi cuenta”, relató.
Al no poder beneficiarse del dinero, los padres echaron a Mircle de la casa. Comenzó a vivir solo y a vivir un estilo de vida pecaminoso. “Hice todo lo que Dios prohibió. Piensa en fiestas, salir y beber todos los días”, reveló.
Hasta que en 2022, el joven fue a la iglesia con un amigo. Escuchó el Evangelio y fue poderosamente tocado por el Espíritu Santo.
“La Palabra realmente me atrajo. Muchas cosas eran muy personales. Estaba sentado en medio de una gran multitud y, sin embargo, sentí que Dios me estaba hablando directamente. Eso realmente me dio mucha paz”, testificó.
Mircle aceptó a Jesús y comenzó un viaje de transformación. Comenzó a leer la Biblia y se bautizó.
“A menudo me estresaba mucho con determinadas situaciones. Y ahora siento que puedo encontrar un momento con Dios y me da paz. Dios muchas veces me dice que no me preocupe tanto”, comentó el joven.
También se curó de los ataques de pánico que padecía. “Este es realmente el cambio más grande en mi vida”, destacó.
El holandés reflexionó que encontró en Jesús todo lo que buscaba. “Dios es verdaderamente mi red de seguridad. Si las cosas van mal, ahora tengo a alguien que está ahí para ayudarme. Esto es algo que venía buscando desde hace mucho tiempo y ahora lo tengo con Dios”, afirmó.