En la mañana del 3 de febrero, una camioneta de transporte de prisioneros de la policía se detuvo en un pueblo en el sur de Laos y todos los cristianos fueron convocados a una reunión de emergencia.
En la reunión, los cristianos debían renunciar a su fe o serían encarcelados. A pesar de sus temores, los miembros se mantuvieron firmes en su fe. Tres líderes de la iglesia, valientemente dijeron «No». Inmediatamente los subieron a un camión y los llevaron a la cárcel del distrito, sin derecho a decir nada ni a defenderse.
Todavía angustiadas por lo sucedido, las esposas de los creyentes encarcelados inmediatamente buscaron ayuda y consejo de los líderes de la Iglesia Registrada Provincial (LEC). Desafortunadamente, debido a la gran cantidad de arrestos realizados en las últimas semanas, los líderes distritales de la LEC, no pudieron negociar de inmediato el caso de los tres creyentes.
Naomi*, colaboradora de Puertas Abiertas y experta de Laos, dijo:
«Estos tres líderes de la iglesia participaron en una capacitación y evaluación de la iglesia que tuvimos el año pasado, y mostraron valentía en su fe». Agregó: “Nuestros socios locales esperaban que esto sucediera, ya que los creyentes de las iglesias vecinas fueron encarcelados y sus iglesias cerradas. Muchos cristianos de la región también temen que se prohíban más iglesias en los próximos meses. Solo en esta región, este año se cerraron dos iglesias en casas y algunas comunidades permanecen bajo la vigilancia del gobierno».
* Nombres cambiados por razones de seguridad.
