La Sociedad Bíblica del Reino Unido informa que durante más de 600 días, “nuestros compañeros en Ucrania han estado brindando atención, medicinas y la Biblia a personas de todo el país y, cada vez más, a regiones afectadas por el conflicto”.
Uno de los que están en el campo misionero es el “Secretario General” Anatoliy Raychynets, quien recientemente regresó de un viaje para visitar a las tropas de primera línea en un bosque en las afueras de Bakhmut. Él y otros misioneros se encontraron con soldados operando un cañón mientras leían el Salmo 91.
“Fuimos interrumpidos por explosiones de granadas”, dijo Anatoliy. “Cuando me encontré en una trinchera junto a un soldado llamado Kyrylo, me dijo que hacía dos semanas habíamos venido y le habíamos dado una Biblia”.
Kyrylo dijo: “Nunca fui a la iglesia, nunca leí la Biblia, porque nunca tuve una. Aquí, en las posiciones de combate, en breves momentos de silencio, comencé a leer las oraciones del Libro de los Salmos, como me aconsejaste entonces”.
“Siento calor dentro de mí mientras leo. Nunca he experimentado algo como esto en mi vida. Me di cuenta de que era Dios quien vino a mí, pecador, a los 57 años. Vino aquí, al pantano, a los horrores de la guerra, para encontrarme. Gracias por la Biblia. Me revivió a una nueva vida, una vida con Dios”.
Posteriormente, el soldado Kyrylo le pidió a Anatoliy que orara con él.
“Unos minutos después, cuando todo se calmó, continuamos leyendo el Salmo 91. Mi voz estaba un poco ronca porque en el bosque hacía -10 grados y tenía mucho frío”, dijo Anatoliy.
“Dios obra de una manera increíble. Su palabra está viva y activa. Gracias porque tenemos Biblias y podemos dárselas a personas en diferentes circunstancias”.
“Gracias a su generosidad, ha sido posible distribuir alrededor de 700.000 Biblias en toda Ucrania desde el comienzo de la guerra. Se distribuirán más el próximo año”, dijo.
