Los incendios forestales en Texas han alcanzado proporciones alarmantes, convirtiéndose en una catástrofe de gran magnitud.
El incendio en Smokehouse, el más grande en la historia del estado, ha quemado 3.370 kilómetros cuadrados y se ha extendido a Oklahoma. A pesar de los esfuerzos de los bomberos, solo se ha logrado contener un 3% del incendio, lo que representa un desafío significativo.
Una persona ha perdido la vida a causa de estos incendios, y las autoridades aún no han podido realizar una búsqueda exhaustiva de posibles víctimas, ni evaluar completamente los daños en las estructuras afectadas, debido a la magnitud de las llamas.
El comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, ha advertido sobre el impacto catastrófico que estos incendios pueden tener en la región, especialmente para los ranchos, donde se estima que se encuentra más del 85% del ganado de Texas.
La devastación se extiende a comunidades como Fritch y Borger, donde cientos de casas han sido destruidas y los residentes han debido prepararse para evacuaciones.
El presidente Joe Biden ha estado recibiendo información sobre la situación y se ha solicitado ayuda federal para hacer frente a esta emergencia. Las condiciones climáticas adversas, como vientos fuertes, altas temperaturas y pastos secos, han contribuido a la rápida propagación de los incendios.
A medida que los bomberos luchan contra estas condiciones extremas, la comunidad se mantiene en alerta ante la evolución de estos incendios forestales, que amenazan con más muerte y destrucción, en Texas y Oklahoma.
6 días de infierno; fuego arrasa con todo a su paso
Van más de 400 mil hectáreas de bosque y zonas residenciales quemadas; además de al menos dos muertos y daños económicos incalculables, es el saldo preliminar del peor #incendio forestal en la historia de #Texas.
Las llamas… pic.twitter.com/XCSm01VYj9
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) March 2, 2024