Omar nació en una familia musulmana en Marruecos, país en el que está prohibido “sacudir la fe de un musulmán”, lo que significa que los cristianos que evangelizan corren el riesgo de ser arrestados o procesados. Sin embargo, aun sin tener ningún contacto con el Evangelio, Omar descubrió el cristianismo por casualidad, mientras navegaba por Internet.
Un día, se topó con un vídeo titulado “El Corán no es la Palabra de Dios”. El musulmán nunca había dudado de su fe, pero sintió curiosidad y observó la predicación en secreto. En el vídeo, un cristiano marroquí explica que la Biblia contiene la verdad de Dios. Impactado por lo que vio, Omar comenzó a investigar más sobre Jesús en la web.
Después de semanas de investigación, se convenció de que el Corán estaba equivocado y que la Biblia era la Palabra de Dios.
Arriesgándose, Omar compartió el video con un compañero de trabajo, quien también creía en el Evangelio. Los colegas comenzaron a aprovechar la pausa del almuerzo para reunirse en un lugar aislado y ver más videos cristianos. Así fue como los dos musulmanes abandonaron el Islam y se convirtieron en seguidores de Cristo.
Con el pasar de los días, la familia de Omar acabó descubriendo su conversión a la fe cristiana y no reaccionó bien. Su cuñado, un musulmán radical, llevó a su esposa Fátima a casa de su padre.
La pareja pasó un año separada a la fuerza, hasta que la mujer decidió desobedecer la orden de su hermano extremista y regresó con su marido. Posteriormente, Fátima enfermó y necesitó una cirugía, pero la pareja no pudo costearla, fue allí donde la iglesia de Omar brindó apoyo a la familia y Respuesta Cristiana Internacional (ICR), una organización que ayuda a cristianos perseguidos, pagó los costos de la cirugía de Fátima.
Después de ser testigo del amor de Dios a través de los cristianos, Fátima decidió abandonar el Islam y convertirse a Jesús.