Un acto de fe y obediencia a Dios se convirtió en el escenario de la conversión de 110 mujeres, la semana pasada, en una cárcel de máxima seguridad en Estados Unidos.
Este evento fue llevado a cabo por el ministerio God Behind Bars, que compartió la palabra de Dios con 160 mujeres en total. Durante esta ocasión, muchas internas experimentaron un profundo toque del Espíritu Santo.
El ambiente espiritual del evento fue descrito como “único e inigualable”: “Se sentía como si el cielo tocara la tierra. El avivamiento está sucediendo en la prisión y somos testigos de cómo sucede ante nuestros ojos. Gracias, Jesús”, expresó uno de los organizadores.
El evento fue tan conmovedor que 130 mujeres se levantaron para aceptar a Jesús. “El Espíritu Santo estaba en este lugar como nunca lo habíamos visto. Mientras algunas mujeres lloraban, otras 130 se levantaron y aceptaron a Jesús”, compartió el ministerio en Instagram.
El ministerio improvisó una piscina inflable para realizar los bautizos y en una hora lograron bautizar a 110 reclusas, extendiendo la ceremonia por tres horas. Incluso una mujer en silla de ruedas pudo ser bautizada, lo que añadió un significado especial a la jornada.
La evangelista y defensora de la fe, Jennie Allen, participó activamente en el ministerio, compartiendo el Evangelio en la prisión de Las Vegas. En sus redes sociales, publicó fotos que documentaron este camino de fe y crecimiento espiritual a través del bautismo.
Allen, reconocida escritora y fundadora de “IF: Gathering”, destaca cómo el Espíritu de Dios está avivándose en los corazones de las personas. “De las universidades a las prisiones. ¿Qué tienen en común? Todos están desesperados por Dios. Intenta decirme que Dios no se está moviendo. No puedes. Jesús está atrayendo a la gente”, dijo Allen.
El ministerio God Behind Bars tiene como objetivo llevar el evangelio a los reclusos de todo el país, ayudándolos a encontrar una conexión significativa con Dios y un propósito transformador en sus vidas.
Por su parte, Jake Bodine, director ejecutivo del ministerio, compartió en un video reciente que han visto casi un millón de salvaciones y más de 10.000 bautismos.
La misión del ministerio es clara y objetiva: “transformar a los 2,3 millones de reclusos en Estados Unidos a través del evangelio y el bautismo, proclamando que Jesús es nuestro Señor, y que estamos unidos a Él por toda la eternidad”.
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