Daniel Kolenda, es el director de la organización y ministerio cristiano denominado “Cristo para todas las Naciones”, dicha organización realizó entre el seis (6) y el diez (10) de noviembre una cruzada evangelística en la ciudad de Abuja, Nigeria, la cual fue seguida por miles de nigerianos que se encontraban impacientes y deseosos de escuchar el Evangelio.
Desde el primer día, se pudo evidenciar como el predicador Kolenda luego de anunciar la Palabra de Dios, empezaron a suceder fenómenos de fe.
“La multitud era enorme y la energía en el aire era electrizante. El campamento surgió como un organismo vivo que respiraba, lleno de personas cuya fe y hambre de Dios eran palpables”, comunicó Daniel.
“Con gran confianza, les aseguro que los milagros que Dios realizará esta semana resonarán por generaciones, y sus hijos y nietos seguirán hablando de sus maravillas aquí”, agregó.
El pastor realizó una oración por los enfermos y empezaron a suceder milagros entre la multitud. Tal fue el caso, que una mujer, cuyo nombre era Unwana, que padeció de varios tumores en su pecho durante quince largos años, recibió sanidad; su marido pudo dar testimonio de como fue sanada de este padecimiento ante el público.
Asimismo, una mujer musulmana de nombre Balkisu, que se encontraba entre la multitud, presenció un milagro similar en su vida, ya que durante diez años había padecido úlceras de estómago.
Durante la segunda noche de la cruzada, Dios también curó a Dorathy, una mujer que antes del evento había soñado que iba a un acontecimiento de este tipo, en el que sería sanada, pues durante diez (10) años había padecido de un tumor en la espalda, el cual le causaba un dolor intenso. La mujer presentó evidencias de su padecimiento ante Daniel Kolenda, la imagen de su tumor como prueba.
“Pero esa noche el dolor desapareció y el tumor desapareció. Ella ya no siente el tumor. ¡Jesús la sanó!”, comentó Daniel.
Las cruzadas que realiza esta organización, crea esperanza para muchas personas, quienes al escuchar el Evangelio por primera vez logran sentir a Dios en su corazón y experimentan un giro radical en su vida.