Ken Ham es uno de los conferencistas cristianos más solicitados de la apología del creacionismo, que posee toda la formación necesaria en ciencias aplicadas, específicamente en biología ambiental, lo que le otorga la facultad para contrarrestar las teorías de aquellos científicos que intentan explicar el milagro de la multiplicación de los panes y peces que hizo Jesucristo en Mateo 14:13-21.
Yael Amitai y Ehud Strobach, investigadores de Israel, han querido demostrar que el milagro de la multiplicación de panes y peces fue un fenómeno ambiental poco habitual.
Según su investigación, los peces que Jesucristo multiplicó emergieron a la superficie del agua como consecuencia de un fenómeno meteorológico que reduce la circulación de oxígeno en las capas más profundas del agua.
“Cuando sopla un fuerte viento del oeste, empuja la capa superior más cálida del agua del lago del oeste al este, donde se acumula, ejerciendo presión sobre el agua existente”, dijo Yael Amitai.
Ante esto, Ken Ham resaltó importantes faltas en la lógica de la investigación, indicando que en ningún momento la Biblia dice que los peces eran extraídos del agua.
“El texto bíblico no dice nada sobre que los peces fueran ‘fácilmente capturados’”, argumentó el apologista, explicando que los animales, según la Biblia, ya se encontraban en posesión de los discípulos. “Jesús simplemente tomó los cinco panes y los dos peces, dio gracias a Dios, partió los panes, dio todo a sus discípulos y los discípulos distribuyeron la comida. ¡No se pescó ningún pez!”.
Para finalizar su argumento, añadió: “¿De dónde vino el pan? ¡Ciertamente no flotaron desde el fondo del lago y fueron arrastrados a la orilla!”.
En realidad, no hay manera de que el entendimiento humano pueda explicar los milagros de Dios y su poder. Aunque hay personas que se empeñan en argumentar que todo se puede explicar por la ciencia, la manera de actuar de Dios y su soberanía está muy por encima de las pautas y niveles que nosotros, los seres humanos, hemos establecido.