El clérigo TD Jakes, fundador de la gran iglesia The Potter’s House de Dallas, Texas, volvió a predicar en Nochevieja después de padecer una grave crisis médica que le exigió una intervención quirúrgica para salvar su vida el 24 de noviembre.
Aunque se mostró muy angustiado antes de regresar, fue recibido con mucha emoción por los miembros de su congregación.
Jakes, sin querer compartir sus datos médicos, afirmó que si su equipo de primeros auxilios hubiese esperado otros 5 minutos para proporcionarle la ayuda, habría llegado al hospital con un paro cardíaco.
“Estoy muy agradecido con el Señor. Para ser completamente honesto, voy a ser muy transparente. Sentí mucha ansiedad en este escenario, en el mismo lugar donde casi muero”, agregó Jakes.
“De hecho, creo que morí, pero Dios, en su infinita sabiduría y gran gracia, me trajo de regreso a este mismo lugar”, añadió.
Después, publicó en Instagram un mensaje positivo, esperanzador y optimista a sus seguidores al haber sobrevivido a ese episodio.
“¡Celebrando la resurrección de la esperanza! ¡Dios tiene una manera de unir a sus hijos! ¡¡Dios esta sanando a sus hijos!!! ¡¡Qué bendición poder retomar tu servicio al reino!!! ¡Manténganos en sus oraciones!”, comenta el post.
Una grabación del episodio de salud de TD Jakes, que se ha hecho pública en YouTube, lo muestra manifestando su entusiasmo por la predicación justo antes de que comenzara a experimentar síntomas de lo que parecía una convulsión en el estrado. Cuando la fragilidad de su estado fue más evidente, los asistentes se dieron cuenta de que algo no andaba bien y rápidamente se fueron a ayudarlo.
Después del episodio, muchos testigos, en persona o viendo el espectáculo por Internet, llegaron a especular que Jakes podía haber tenido un derrame cerebral o una cuestión médica en la que no quiso entrar en detalles. Si bien no recordó los detalles que padeció, sí observó que podía haberse tratado de una cuestión cardíaca.
“Quiero que sepas que estuviste orando todo el tiempo mientras me operabas, y Dios me puso a salvo. Pasé por varias horas de cirugía. Casi me pierdes dos veces, pero cada vez que mis números bajaban, tus oraciones prevalecieron, y hoy estoy aquí para la gloria de Dios”, compartio Jakes a los miembros de su iglesia.
“La muerte tuvo que alejarse de mí. He regresado como testimonio de que Dios ha escuchado las oraciones de los justos”, añadió.
Jakes se atrevió a afirmar que su conocimiento sobre lo que pasó en el escenario le llegó al observar un vídeo del episodio de salud durante su estancia en el hospital.
“Lo que viste que me pasó en el escenario, no lo experimenté de esa manera. No estaba allí de esa manera. Mientras estaba encorvado en la silla, Él me había recibido en Su presencia. Ni siquiera sabía que Lo había hecho hasta que estuve en la UCI. Ver por televisión fue la primera vez que vi lo que viste. Hay partes del día que ya ni siquiera recuerdo”, expresó.
En su vuelta a las predicaciones, Jakes se califica de manera irónica como “Obispo Lázaro”. Dice que circulaban rumores acerca de su estado de salud, que algunos llegaban a decir que había sufrido un derrame y que él había muerto y que no volvería, todo ello mientras los miembros de su congregación lo aplaudían.
“En nombre de toda mi familia, quiero honrar, ante todo, a Dios. Quiero agradecer a Dios por los intercesores de esta iglesia que inmediatamente entraron en guerra espiritual y comenzaron a orar”, dijo.
“Me dijeron que algunas personas tuvieron que pedirte que te fueras porque oraron durante mucho tiempo”, finalizó.