El jueves (15), Joe Biden hizo una afirmación siniestra durante su campaña de reelección «practicar abortos, que resultan en la muerte de niños por nacer, podría tener un impacto positivo en el espíritu del pueblo estadounidense».
La segunda candidatura presidencial de Biden, según The Washington Times, enfatiza la lucha por el «espíritu» de Estados Unidos. Sin embargo, los activistas pro-vida sostienen que sus acciones políticas reales demuestran lo contrario.
«La administración Biden y la izquierda progresista tienen una comprensión pervertida y distorsionada del alma de Estados Unidos. Al atacar a nuestros niños, incluido el llamado derecho a quitar vidas inocentes y quitarles la inocencia a un niño con la ideología radical LGBTQ, están destrozando a nuestra nación», dijo el presidente de CatholicVote, Brian Burch.
En la batalla crucial por el alma de Estados Unidos, Biden mencionó el tema del aborto durante su conferencia de prensa el jueves. Prometió a los votantes que continuaría luchando contra aquellos a los que considera extremistas que supuestamente impiden que las mujeres tomen decisiones sobre su atención médica, refiriéndose a las leyes estatales que prohíben el aborto.
Toda ley que restringe el aborto tiene exclusiones claras que permiten a los profesionales médicos atender a las madres en circunstancias médicas excepcionales, como abortos espontáneos, embarazos ectópicos y otros problemas de naturaleza similar.
Según Burch, Biden debe centrar sus esfuerzos en poner fin a los abortos, argumentando además que es esencial proteger el derecho humano más fundamental de todos en una comunidad sana y equilibrada si quiere devolver la paz al espíritu de la nación estadounidense.
Además, Biden recientemente estableció una regla que ordena que sea responsabilidad de los ciudadanos estadounidenses pagar los gastos de viaje para abortar del personal militar y sus familiares.
La administración Biden está empeorando la situación de las mujeres de bajos ingresos al reducir la financiación de la atención médica a los estados que protegen a los niños por nacer.