Durante un servicio de adoración, Stephanie, una mujer con pérdida auditiva durante 34 años, experimentó un gran milagro, cuando el Espíritu Santo se manifestó en ella y pudo ser sanada.
La mujer insiste en que realmente es un milagro. Ella afirma que mientras los feligreses cantaban alabanzas, ella comenzó a prestar atención y podía escuchar la voz de su hermana menor, además de las canciones.
El momento en que la mujer se acercó al púlpito para anunciar su recuperación mientras sonreía ampliamente fue capturado por la cámara.
El pastor David Diga Hernández presidió el servicio durante el cual Stephanie fue sanada y después de que ocurrió el milagro, suplicó a la congregación que alabaran al Señor.
Mostró al público el testimonio de la mujer sanada y en las redes sociales deseó que la «fe» de todos creciera como resultado de este milagro.
El público experimentó la presencia y el poder del Espíritu Santo de una manera distintiva ese día, según el sitio web oficial del evangelista.
El sitio web agregó que «Dios honra nuestras reuniones con salvación, sanidad, liberación y la presencia palpable del Espíritu Santo. La palabra y los milagros son parte de la adoración. Estas reuniones ungidas son lugares tumultuosos».