Natalia Restrepo denunció haber sido violada por el sacerdote de su iglesia que le obligaría a abortar con tan solo 14 años de edad.
«Me llamo Natalia, tengo 32 años y acabo de emprender el viaje más importante de mi vida. Volví a Medellín con mi pequeña hija, dos maletas y el firme propósito de romper mi silencio, de denunciar por todos los medios posibles, al sacerdote que me violó y me obligó a abortar en 2004, cuando yo tenía 14 años. Este es un viaje a mi pasado, a la historia más dolorosa que he vivido y que ni siquiera mi familia conoce a profundidad».
«El 25 de agosto de 2022 estalló el mayor escándalo de abuso sexual a menores de edad en la Iglesia católica que haya golpeado a Medellín, y uno de los más recientes que se ha conocido en Colombia» dijo.
En ese momento, Natalia decidió romper por fin con ese silencio que había callado durante 18 años. El monseñor Ricardo Tobón Restrepo, ese 25 de agosto, publicó una lista de los sacerdotes que habían sido denudación en la arquidiócesis durante los últimos 30 años, donde se ubicó el nombre del sacerdote junto a 35 más.
Desde niña había querido servir en la iglesia y a la edad de 11 años (la edad mínima requerida), se inscribió en el curso para ser monaguillo y aparte participaba en el grupo de infancia misionera, por lo que pasaba muchas horas ahí.
El padre la hizo sentir que la tenía en cuenta debido a que siempre le pedía ayuda y le pedía que la acompañara misas fuera de la iglesia. Un día, luego de acompañarlo a una eucaristía en un club de un barrio de clase alta de Medellín, cuando iban de regreso, el padre le dijo para ir a un restaurante a comer y beber algo antes de llegar a la casa.
Cuando terminaron de comer y beber se montan el carro, pero el sacerdote toma un camino diferente y se dirigen a un motel, donde le dice que es para que no los vean porque está bebiendo y es feo que lo vean así. Ella al tener tanta confianza se queda tranquila, hasta que él bebió mucho, se pasó de copas y comenzó a tratar de quitarle la ropa.
«Déjame darte unos besos. Quiero estar contigo. Yo siempre he estado enamorado de ti. Eres una mujer hermosa. Quiero que seas mía» dijo el sacerdote.
«Lo que siguió es el recuerdo más asqueroso que tengo: se quitó su pantalón, su camisa, me tiró a la cama, me abrió las piernas y me penetró a la fuerza, grite, pero el motel eran como cabañas separadas y lejos de la recepción». «Yo gritaba porque me dolía. Era una adolescente y él me estaba quitando mi virginidad», dijo Natalia.
Luego de ese episodio, Natalia quedo embarazada y le fue a contar al padre, el cual se enojó y le dijo «no me vas a dañar mi vocación, que recién estoy empezando mi vida sacerdotal. No te preocupes, yo voy a solucionar eso».
Le compro unas pastillas para que le pudiera bajar la regla, nunca le menciono que eran pastillas abortivas. Pasado un tiempo se decidió por poner una denuncia, «recuerdo que me atendió un sacerdote que tomó nota en un libro, a mano. Cuando terminé, me dio una palmadita en el hombro y me dijo que tenía que perdonar, ‘que ellos son hombres y que también cometen errores'».
Nunca hicieron nada al respecto y volvió a ir en el 2022, donde al poner la queja, preguntó que había pasado con la primera y le dijeron «Hasta allá no llego porque eso fue en otra época, otra realidad, pero es una denuncia demasiado grave. Hay que asumirla con toda la responsabilidad y el rigor».
Natalia dijo: «Sobre los casos de la lista difundida por monseñor Tobón, nos reseñaron que 5 de los sacerdotes mencionados en la lista fallecieron y 13 fueron transferidos a otra unidad más especializada», (entre ellos el que denuncia Natalia). «De los 28 restantes, hay 5 en juicio, 3 en ejecución de penas y el resto en indagación».