Una encuesta que involucró a 19,000 personas y se realizó en 26 países, arrojó información pertinente a la situación actual. Señala que los jóvenes en Europa pueden estar mostrando signos de un renacimiento espiritual porque oran más y asisten a los servicios de la iglesia con más frecuencia que sus abuelos.
Los resultados de la encuesta indican que los jóvenes actúan con más determinación en un entorno donde la esterilidad espiritual ha sido la norma que en otros entornos donde se ha desatendido la fe.
«En países donde la práctica religiosa es alta, los adultos mayores tienden a estar más comprometidos que los jóvenes, mientras que en países donde la práctica religiosa es baja, los jóvenes tienden a estar más comprometidos» dice la encuesta.
El estudio se centró específicamente en la generación Baby Boomer, los nacidos entre 1946 y 1964, y la llamada Generación Z, los nacidos después de 1997.
Según la encuesta, en países como Alemania, Suecia, Francia y el Reino Unido, los jóvenes menores de 26 años oran mucho más que los adultos de la generación de la posguerra.
Esto representa un aumento entre los jóvenes en Alemania (28%), Suecia (23%), Francia (16%) y Gran Bretaña (15%), respecto a la generación anterior, según los datos reflejados.
Dado que las iglesias y los templos cerrados se están convirtiendo en bares, clubes y cafés, la información es esencial, ya que Europa experimenta un período de apatía religiosa.
Según el pastor portugués Rodrigues Pereira, «Esto se debe a la sub evangelización del continente, que solía ser el granero de los misioneros. No ha habido un re-evangelismo». «Cuando tenemos una generación cristiana, necesitamos reevangelizar a la próxima generación, pero aún no lo hemos hecho».
A pesar de ello, estudios como el citado en la investigación de este artículo indican que los jóvenes pueden estar protagonizando un renacimiento espiritual en Europa.
Según el pastor Pereira, los cristianos deben mantener sus posiciones actuales si quieren ver un aumento en los tipos de estadísticas que se muestran arriba. «La Iglesia necesita mostrar el poder de Jesús en señales, milagros y prodigios. Cuando la gente ve esto, no lo duda».
