Las políticas del Partido Comunista están siendo desafiadas por una floreciente comunidad cristiana clandestina en China. Ahora hay más cristianos que miembros del partido gobernante, con una población potencial de hasta 130 millones.
A pesar de la persecución gubernamental, la iglesia cristiana todavía se está expandiendo rápidamente. En un esfuerzo por mantener el control, el Partido Comunista Chino ha decidido “actualizar” la Biblia con principios socialistas, eliminando versículos que entran en conflicto con su cosmovisión.
La fundadora de “Hardwired Global”, Tina Ramirez, enfatiza que los chinos no aceptan que los obliguen a negar su fe y critica los intentos de cambiar la Biblia para dejar perplejos a los creyentes. La revisión del relato bíblico de la mujer sorprendida en adulterio y la distorsión de las enseñanzas de Jesús por parte del gobierno comunista de China es un ejemplo espantoso.
Cada vez más personas están siendo reprimidas. Las Biblias para niños están prohibidas y se obliga a millones de niños cristianos a negar públicamente su fe. Bob Fu, presidente de ChinaAid, explicó la eliminación de las aplicaciones de la Biblia de las tiendas en línea.
Sin embargo, los intentos del PCCh de censurar la religión han llamado la atención. El partido percibe el cristianismo como una amenaza a su autoridad, según Todd Nettleton de Voice of the Martyrs.
Un pastor chino se muestra optimista a pesar de la persecución y dice que el partido no puede encarcelarlo por sus creencias.
El conflicto entre las convicciones religiosas y el control estatal continúa presentando dificultades para el PCCh a medida que la comunidad cristiana se expande y se rebela.
“Los gobernantes han elegido un enemigo que nunca puede ser encarcelado. Están condenados a perder”.