Un equipo de misioneras tiene una preocupación especial por las esclavas sexuales, un grupo de personas que rara vez se educan en el evangelio.
Estas mujeres son prostitutas que, por alguna razón, ahora están controladas y esclavizadas por traficantes sexuales que literalmente las tratan como mercancías.
“La industria del sexo es extremadamente amplia. No se excluye ninguna etnia, raza, género o edad específicos. Queremos que las personas explotadas sepan que su historia no ha terminado”, dijo Nicole Phillips, una de las misioneras del grupo Lavished Ministries.
Nicole es una de las miembros fundadoras del equipo de valientes misioneras que están preparadas para llevar las Buenas Nuevas de Jesucristo, incluso a los clubes nocturnos donde algunas esclavas sexuales realizan striptease.
Una de las jóvenes con las que habló el grupo, Aubrey, dijo que no quería hacer de la prostitución su carrera. Sus planes eran completamente diferentes.
“Cuando era joven, soñaba con mi futuro. Tendría un esposo amoroso, un hogar amoroso lleno de niños felices y una vida rica y satisfactoria. Nunca imaginé que me encontraría viviendo en un ciclo de abuso”, afirmó la mujer.
“Cuando me acerqué a las mujeres de Lavished y vi el amor de Jesús en ellas, dediqué mi vida al Señor. Con el apoyo de mi iglesia, terapia de trauma, orientación y asistencia legal, recuperé mi vida y mi identidad. El ciclo de abuso termina aquí para mí”, finalizó.
Nicole concluyó señalando que, dado que muchas mujeres han experimentado traumas sexuales graves, los misioneros también deben ocuparse de sus necesidades psicológicas.
Guiame la cita diciendo que “las personas en las que confiaban perpetraban con frecuencia este trauma prolongado”. “Se necesitan oraciones por nuestra seguridad y por una mejor cooperación entre los proveedores de servicios y las autoridades”.
