Recientemente, la petición del secretario de salud trans de Biden, Rachel Levine, de cambiar la palabra “Madre” por “productora de óvulos” ha generado controversia.
El funcionario quiere eliminar el papel de las madres en la educación familiar y los valores sociales, a pesar de que los ciudadanos reconocen dos géneros biológicos, y han demostrado que se oponen a las numerosas políticas a favor de la comunidad LGBT.
También abogó por los niños en edad de preescolar que “deben aprender que los médicos asignan un género a los bebés haciendo suposiciones” recomendando que se use la “biología inclusiva de género”.
Todas estas sugerencias piden la eliminación de la figura femenina en todas partes; Un ejemplo evidente es el desplazamiento de las mujeres en las competiciones femeninas por parte de atletas transgénero, lo que es descaradamente discriminatorio.
Otra sugerencia es cambiar “la madre que da a luz” por “cuando el bebé sale del útero”, lo que eliminaría a las mujeres de los pilares fundamentales de la sociedad.
Levine advierte además que cuando se hace referencia a los órganos masculinos, la frase “los hombres deben revisar sus testículos regularmente para detectar bultos” debe cambiarse por “las personas que tienen testículos deben hacerse revisar sus testículos regularmente para detectar bultos”.
Naturalmente, el propio presidente Biden es el principal defensor de estas agendas. Desde que asumió el cargo, Biden ha optado por apoyar varias políticas que se oponen al plan original de Dios para la humanidad.