La actriz Jill Wagner compartió su testimonio sobre cómo la fe en Dios cambió sus episodios depresivos.
La actriz, que ganó notoriedad en 2011 por su papel en la serie de MTV, Teen Wolf, ha sido franca sobre su fe en Jesús y cómo ha afectado su carrera como actriz.
Ella le dijo a MovieGuide: «Viví una etapa de profunda depresión, me sentía realmente perdida». «A pesar de que aparentemente mi vida era perfecta… en realidad anhelaba la estabilidad, una familia y un esposo. No comprendía bien lo que me ocurría y por qué no podía alcanzar esas metas».
Sus preocupaciones desaparecieron a medida que desarrolló su relación con Jesús, «Comencé a hablar con Dios, contándole acerca de mis problemas y lo que necesitaba en mi vida. Luego simplemente lo entregué todo y confié en que Dios proveería para mí. Fue como recibir un acogedor abrazo de oso. Tuve la impresión de que, pase lo que pase, ya sea que tuviera un marido, una familia o cualquier otra cosa, era amada y estaría bien», dijo.
Tras su decisión de seguir a Jesús como su Salvador, Jill fue bautizada. «Tenía a Dios. Eso era lo que necesitaba. Supongo que requería la certeza de que el Señor estaba a mi lado sin importar las circunstancias. Empecé a percibir señales a mi alrededor y sentía que Jesús me hablaba todos los días», continuó.
La vida de Jill se vio drásticamente alterada como resultado de esta experiencia, y decidió reavivar su matrimonio con su actual marido, a quien había conocido cuando tenía solo 17 años. «Ambos comprendimos la importancia tanto en nuestra relación con Dios como en nuestra relación mutua. Ahora, la ponemos en primer plano en nuestro matrimonio», dijo.
