A pesar de la supresión del cristianismo por parte del gobierno, Argelia está viendo un aumento en el número de iglesias clandestinas. Aunque la APCA (Asociación de la Iglesia Protestante de Argelia) es una organización legalmente reconocida, ser miembro de este grupo es un gran desafío.
Como resultado, las iglesias no registradas están siendo atacadas por el gobierno de la nación. Un total de 46 iglesias han sido cerradas, según la misión Voz de los Mártires en Canadá, y no se sabe si han comenzado nuevas congregaciones en los últimos años.
Según un informe de Mission Network News, las iglesias que no están asociadas con la APCA no pueden abrir y cualquier intento de hacerlo estaría sujeto a la intervención del gobierno.
Debido a esto, la iglesia no puede expandirse de ninguna manera. No hay lugar para relaciones cercanas o discipulado, a pesar de que APCA supervisa aquellos que tienen 2.000 miembros.
“El tamaño de estas iglesias legales confunde a los creyentes locales. ¿Cómo puede la iglesia tener el impacto social negativo que el gobierno argelino dice tener cuando las que están registradas ya tienen tantos miembros? El gobierno busca cualquier excusa para perseguirlos y cerrar las iglesias”, dijo Jaballah.
“Nuestros hermanos todavía luchan por su fe. Todavía están adorando a Dios”, continuó.
Según se informa, los cristianos en Argelia están intentando utilizar la crisis para difundir el evangelio allí.
“Estamos contentos de que los edificios de la iglesia estén cerrados porque Dios ha abierto muchas oportunidades para la Iglesia clandestina”, dijo Jaballah.
Aclaró que los cristianos se reúnen con discreción al congregarse para evitar llamar la atención de las autoridades.
“Si se reúnen más de 10 o 15 personas. Si el número es mayor, sospechan y pueden detenerlos inmediatamente”, dijo.
Jaballah comparó entre las congregaciones secretas de la nación y la Iglesia primitiva, que se reunía en los hogares e ideaba formas creativas de adorar.
“Al igual que la Iglesia primitiva, los creyentes argelinos tienen hambre de buena teología y de un discipulado significativo. Seguimos orando por nuestros hermanos y hermanas”, dijo.