El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, nombró a Marina Abramóvich «embajadora» para ayudar a los niños. María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, calificó a Abramovich de «satanista».
El periódico británico The Telegraph reveló por primera vez información acerca de que Zelensky estaba considerando contratar a la artista serbia para este puesto hace una semana. Aunque el artículo fue retirado posteriormente, ya se había generado una cantidad significativa de indignación pública.
«Según el diario británico The Telegraph, Marina Abramóvich se convertirá en ‘embajadora de Ucrania’ y ‘ayudará a los niños’ del régimen de Kiev. Los periodistas del Telegraph citan a la propia Abramóvich en una conversación con comisarios de exposiciones del Museo de Arte Contemporáneo de Shanghái: ‘Zelenski me invitó a convertirme en embajadora de Ucrania para ayudar a los niños afectados a reconstruir escuelas y cosas por el estilo'», comentó Zajárova.
«Que Abramóvich sea satanista no es una opinión mía, de ello la acusa medio mundo. Organiza periódicamente rituales con sangre de cerdo e invita a políticos a participar en ellos. El círculo íntimo de (la exsecretaria de Estado de EE.UU.) Hillary Clinton, por ejemplo. Vigilé el espacio informativo durante tres días con la esperanza de que fuera falso y se desmintiera. Pero nadie lo hizo», dijo.
Zajárova mencionó algunos de los momentos más memorables de la carrera artística de Abramóvich.
Uno de ellos es una «actuación» llamada «Los labios de Thomas», en la que la artista usó una hoja para tallar la estrella de cinco puntas de Satán en su abdomen, luego se golpeó y se acostó en una cruz de hielo 30 minutos.
La portavoz lamentó la forma en que actualmente la comunidad internacional percibe este tipo de noticias, aunque las considera totalmente naturales. Criticó cómo este tipo de «normalidad moderna» se ha arraigado en naciones de todo el mundo gracias a los medios occidentales.