En julio, un obispo católico brasileño envió una carta al Vaticano cuestionando la viabilidad de que las personas LGBTQ participen en ceremonias de bautismo y matrimonio.
A petición del obispo José Negri, el Vaticano redactó un documento para permitir que las personas transgénero sean padrinos en los bautismos católicos romanos, testigos en bodas y recibir bautismos.
El 21 de octubre fue publicado en el sitio web de dicha oficina un documento firmado por el Papa Francisco y el cardenal Víctor Manuel Fernández, quien dirige el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
El documento dice que las personas transgénero «pueden ser bautizadas en las mismas circunstancias que otros católicos» si no causan conflicto o «confusión» entre otros católicos.
También afirma que incluso los adultos transgénero que se han sometido a una cirugía de reasignación de sexo pueden actuar como padrinos si cumplen determinadas condiciones.
Según Associated Press, un número limitado, pero creciente de diócesis católicas estadounidenses están estableciendo grupos de apoyo LGBTQ y dando la bienvenida a personas transgénero con un enfoque inclusivo.
Sin embargo, varias diócesis católicas han emitido directrices restrictivas dirigidas a las personas transgénero y no reconocen su identidad de género.
Según Francis DeBernardo, director ejecutivo del Ministerio New Ways con sede en Maryland, que aboga por una mayor aceptación LGBTQ en la iglesia, la nueva posición parece ser un cambio en relación con la decisión del Vaticano de 2015, que prohíbe a un hombre trans en España ser padrino.
El departamento, conocido como Dicasterio para la Doctrina de la Fe, no fue claro en otra pregunta, respecto de la posibilidad de que parejas del mismo sexo quedaran expuestas a un niño adoptado o concebido a través de una madre solidaria (anteriormente llamado vientre de alquiler).
