Esta temporada navideña, Target ofrece no solo árboles, adornos y otros artículos decorativos, sino también productos con temática LGBTQ, como muñecos de Papá Noel que ondean banderas del orgullo y cascanueces con sombreros de arcoíris.
El último impulso para la agenda LGBTQ del minorista se produce casi seis meses después de que la compañía perdiera alrededor de 15 mil millones de dólares en valor de acciones debido a los boicots a sus exhibiciones y prendas de vestir de alto perfil del Orgullo en junio.
Los usuarios de las redes sociales se apresuraron a señalar que no parecían haber oído hablar de la controversia en torno al producto y la última línea de ropa infantil LGBT de la tienda.
“Vaya, vaya. Uno pensaría que habrían aprendido de la última vez. ¿Cuándo empezarán finalmente las empresas a darse cuenta de ello? ¡Despertad y arruinaos!», dijo una persona.
Por su parte, la portavoz de Target expresó que, a pesar de las críticas, su apoyo a la comunidad LGBT es firme.
«Nuestro enfoque ahora es avanzar con nuestro compromiso continuo con la comunidad LGBTQIA+ y apoyarlos mientras celebramos el Mes del Orgullo y durante todo el año», dijo la portavoz de Target, Kayla Castaneda, en junio, detallando que contrataron a un activista LGBT para desarrollar la estrategia de comercialización cultural.
En las tiendas, encontrará muchos artículos navideños que promueven temas LGBTQ, incluido Papá Noel con una camisa de arcoíris y una camisa blanca que dice «Love is love», otra de colores del arcoíris con la frase «Estoy lleno de orgullo LGBTQ».
Nicole Collins, una pastora cristiana que vivió como lesbiana durante 20 años, dijo a CBN News que los cristianos pueden traer cambios a una cultura que todavía rechaza el plan de Dios.
«No deberíamos sentirnos escandalizados, alarmados o intimidados por este movimiento. No podemos volvernos insensibles y comenzar a normalizar este estilo de vida. Tenemos que apegarnos a nuestras convicciones. Tenemos que ser audaces en esta hora y levantarnos como intercesores para orar contra este movimiento, porque las armas de nuestra guerra son ‘no carnal, sino poderoso en Dios para derribar fortalezas’. Por lo tanto, no podemos permitir que el mundo le dicte a la iglesia qué es el pecado», dijo.
