Un grupo de hombres biológicos que se identificaron como mujeres trans fueron invitados a una cena en el Vaticano por el Papa Francisco. En ese momento, asistieron al evento unas 1.000 personas, la mayoría de las cuales eran pobres y sin hogar.
La iniciativa del Papa está recibiendo más atención: líderes católicos dijeron recientemente que están explorando alternativas para bendecir las uniones LGBT y el Vaticano también dijo que sería posible bautizar y apoyar a personas transgénero.
Al mismo tiempo, en Estados Unidos, un obispo conservador que había sido un fuerte crítico de Francisco fue despedido inmediatamente después de ser investigado por negarse a restringir la antigua misa en latín.
Joseph E. Strickland ha declarado públicamente que el Papa Francisco está implementando un «programa que socava la herencia de la fe».
El almuerzo con los hombres, que se identificaron como mujeres trans, se celebró el pasado domingo con motivo del Día Internacional de los Pobres de la Iglesia Católica, y la mayoría de los invitados eran inmigrantes que utilizan la prostitución como medio de vida.
Carla Segovia, una argentina que se prostituye cerca de Roma, dijo que “nosotros, las personas transgénero aquí en Italia, nos sentimos un poco más humanos porque el hecho de que el Papa Francisco nos acerque a la Iglesia es algo hermoso”.
“Necesitamos un poco de amor”, añadió Segovia en el informe dado a la prensa tras el almuerzo en la sala de audiencias del Vaticano.
Por otro lado, en marzo de este año el Papa Francisco criticó públicamente la ideología transgénero, describiéndola como “una de las colonizaciones ideológicas más peligrosas”.
En ese momento, enfatizó la diferencia entre apoyar la ideología LGBT y ser compasivo con las personas que luchan con la sexualidad o el género: “Siempre distingo entre lo que es atención pastoral para personas que tienen una orientación sexual diferente y lo que es ideología de género. Son dos cosas diferentes. La ideología de género, en este momento, es una de las colonizaciones ideológicas más peligrosas”, afirmó el líder católico.