La Biblia, especialmente Mateo 24 y el Libro del Apocalipsis, advierte sobre hambrunas y escasez extrema de alimentos en muchas partes del mundo, y con los acontecimientos actuales, parece que nos acercamos cada día más.
Según el periódico O Globo, la exposición a condiciones ambientales extremas ha creado condiciones nefastas: se estima que 27 millones de niños sufrieron desnutrición solo en 2022. Además, aproximadamente 774 millones de niños, o un tercio de la población infantil mundial, se ven afectados por sequías e inundaciones en países considerados vulnerables.
La directora ejecutiva de Save, Inger Ashing, expresó en un comunicado que «a medida que ocurran más y más eventos climáticos y sean más intensos, observaremos efectos más dramáticos en la vida de los niños».
Refiriéndose a la situación en Somalia, donde persisten las sequías y las inundaciones, el Primer Ministro Seib dijo que las fuertes lluvias recientes habían causado daños importantes en varias partes del país y desplazaron a unas 650.000 personas, la mitad de ellas niños.
A continuación destacamos los 2 millones de niños en Pakistán que sufrieron desnutrición severa debido a las inundaciones que afectaron a un tercio del país el año pasado.
En un informe publicado la semana pasada, el grupo dijo que más de 17,6 millones de niños nacerán con inseguridad alimentaria este año, un aumento del 20% respecto a hace una década.
La escasez de alimentos y la inseguridad alimentaria existen a nivel mundial, pero las tasas varían y estas situaciones aumentan cada año. En 2021 se produjo una hambruna en Venezuela, con el 94,5% de la población viviendo en la pobreza.
Aunque el líder autoritario de Corea del Norte, Kim Jong-un, sigue negándolo, hay informes de qué innumerables personas en Corea del Norte mueren cada día por falta de alimentos. Muchas regiones de África enfrentan los mismos problemas y no se esperan mejoras.
