Mary Fatima Mohammadi, activista cristiana iraní, fue premiada por su lucha contra la persecución cristiana en su país natal.
En una ceremonia realizada el viernes 21 de abril, en Bonn, Alemania, la activista recibió el Premio Stephanus 2023 de la Fundación Stephanus para cristianos perseguidos por su «coraje excepcional» y «desinterés extraordinario».
En un comunicado de prensa la Fundación expresó: «la joven de 24 años no solo reclamó el derecho a cambiar su fe en Irán, donde desviarse del Islam se considera un delito. También recopiló y publicó información sobre la persecución de los disidentes por parte de la dictadura totalitaria, incluido el trato inhumano de los detenidos en las prisiones de Qarchak y Fashafoye».
Mary aseguró que premios como este la motiva a seguir luchando por los derechos de los cristianos.
«Dedico el Premio Stephanus a todas las mujeres desconocidas perseguidas que continúan luchando por su causa sin recibir ningún apoyo», dijo en medio de su discurso.
La activista también animó a todos los que como ella defienden la causa y exigió la liberación de los presos que fueron detenidos por motivos religiosos.
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Mary ha sido arrestada muchas veces en su país debido a la protestas que ha hecho en contra del régimen opresivo. Su primera vez tras las rejas fue a sus 19 años, cuando decidió apartarse del Islam y se convirtió a Cristo. Fue arrestada durante un servicio religioso. Estuvo recluida desde noviembre de 2017 hasta mayo de 2018, sufrió maltratos y fue torturada, además de haber sido expulsada de su universidad y botada de su trabajo como profesora de gimnasia.
La chica ha sido abusada en muchas ocasiones, un ejemplo de ello es cuando en la plaza de Azadi de Teherán, las fuerzas de seguridad la arrestó, la torturó y la abusó sexualmente, en 2020.
Estas escenas terroríficas han causado revuelo en todo el mundo, «pero nadie pudo doblegar a esta joven valiente y profundamente arraigada. El ejemplo se extendió como la pólvora» dijo el Brand, quien es portavoz de política de derechos humanos de un grupo parlamentario alemán y luchó por su liberación en ese momento.
También organizaciones cristianas como International Christian Concern, se refirieron a Mary como «la mujer más valiente de Irán».
La activista después de mucho esfuerzo logró salir de Irán el 21 de febrero de 2022.