Una investigación está confirmando la intolerancia de la generación que lucha por imponer su cosmovisión a quienes tienen opiniones diferentes.
Según un estudio publicado a principios de este mes, la mayoría de los jóvenes y adultos progresistas piensan que debería ser ilegal tratar a alguien transgénero en función de su sexo biológico.
Hubo 1.500 votantes elegibles en los Estados Unidos que participaron en la encuesta, que fue realizada por la empresa Redfield y Wilton Strategis.
Según el 44 % de los encuestados en el grupo de edad Gen Y, «referirse a alguien con el pronombre de género incorrecto (él/ella) debería ser un delito penal». Esta situación se conoce como «misgendering» en inglés.
The Christian Post informa que el 31% de los entrevistados, que pertenecen al grupo de edad Gen Y, no están de acuerdo con la noción de que «equivocar el género» es un «delito penal», mientras que el 25% restante «no están de acuerdo o en desacuerdo».
El 38% de los encuestados que pertenecen a la Generación X entiende que tratar a una persona trans de manera diferente debido a su sexo biológico debería ser ilegal. Este porcentaje desciende levemente, pero se mantiene alto entre los de este grupo de edad. En contraste, la encuesta encontró que el 35% no estaba de acuerdo y el 26% «no sabe o no expresó una opinión».
Cuando los encuestados son más jóvenes, entre 18 y 24 años, conocidos como Generación Z, la tendencia se invierte: el 48% no está de acuerdo con que el error de género sea un «delito penal», mientras que el 33% está de acuerdo.
Aunque no es un delito en los Estados Unidos, este concepto se está volviendo cada vez más popular allí.
Joshua Sutcliffe, un maestro cristiano, fue despedido de su cargo en Inglaterra en 2017 por supuestamente «confundir el género» de una estudiante que se identificó como hombre trans al usar pronombres femeninos al referirse a él.