Hace 5 años, Ben Fuller tuvo un encuentro poderoso con el Señor y abandonó su vida mundana en la música country.
El cantante Ben Fuller ha bendecido muchas vidas a través de sus alabanzas, las cuales ya han alcanzado las listas de música cristiana en los Estados Unidos. Sin embargo, hace 5 años, Ben era un hombre totalmente diferente. Estaba en Nashville, Tennessee, buscando fama y dinero como cantante de country.
Al escribir canciones sobre borracheras y vivir un estilo de vida mundano, Fuller fracasó en su búsqueda del éxito en la industria de la música.
“Estaba completamente desesperado. Bebía 19 cervezas por noche”, reveló, en una entrevista con Christian Headlines.
El joven cantante se volvió adicto al alcohol y las drogas. “Me mudé aquí [a Nashville] por la música country y me perdí, cantaba sobre todas las cosas malas, bebía mucho y consumía drogas”, dijo.
Hasta que, un día, una familia cristiana que también se había mudado a la ciudad invitó a Ben a comer a su casa.
“Al final de la comida, me preguntaron si iría con ellos a la iglesia al día siguiente. Y dije: ‘Sí. Claro, como sea, yo voy’”. “No sabía quién era Dios. Nunca había ido a la iglesia. Nunca había escuchado el Evangelio”, recordó.
Durante el servicio en la Iglesia de la Ciudad en Franklin, como amante de la música, el cantante quedó fascinado con las alabanzas durante el culto.
Ese día, Ben tuvo un encuentro sobrenatural con el Señor. “Dios usó la música y escuché su voz. Él dijo: ‘Ahora vas a cantar para mí’. Y luego lo dejé todo”, testificó.
Fuller entregó su vida a Cristo y fue completamente transformado por el Evangelio. Después de 14 años esclavizado por el alcohol y las drogas, fue liberado por Dios.
“Me quitó el sabor del alcohol y las malas palabras, todo, de mi boca. Y simplemente me limpió”, dijo.
Hoy, Ben Fuller está usando su talento para alabar a Dios y ya no canta sobre la bebida. “Ahora se trata de luz, amor, Cristo y redención. Le estoy dando todo el crédito. Le doy todo el honor”, declaró el cantante.