Un grupo de doce personas que se han convertido al cristianismo, entre las cuales se encuentra una persona bajo custodia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), debían presentarse en el tribunal de Nowshahr tras reconocerse como cristianos en el momento de su defensa.
Dichas personas pertenecen a un grupo amplio que fue detenido por los oficiales del Ministerio de Inteligencia en Nowshahr y Chalus, una ciudad vecina, la Navidad pasada.
Tres de los cristianos, Jahangir Alikhani, Hamed Malamiri y Gholam Eshaghi, fueron otra vez arrestados en septiembre. Las autoridades los liberaron bajo fianza el 17 de noviembre, tras haber pasado casi dos meses en prisión; el mismo día, otro de los convocados, Javad Amini, fue arrestado junto a su tío, en un encuentro violento en el que miembros del CGRI irrumpieron en su carro y en su hogar.
Jahangir, Hamed y Gholam fueron torturados de forma física y psicológica en el trascurso de los interrogatorios, en los que fueron instados a realizar cartas donde renuncian a su fe cristiana.
En el mes de octubre, el Ministerio Público había convocado a los 12 cristianos a defenderse de los cargos de “propagar una religión que va en contra del Islam” y “colaboración con los gobiernos foráneos”, pero el juicio fue suspendido a causa de la ausencia de algunos de los imputados.
La acusación en su contra se encuentra fundamentada con base en diferentes mensajes que se encuentran en los teléfonos de los acusados, además de contener libros cristianos. Dicha acusación se apoya principalmente en el artículo 500 del Código Penal modificado, donde algunos cristianos han recibido largas penas de prisión, lo que representa un “ataque total a la libertad religiosa”.
El fiscal alega que los 12 imputados han “creado grupos para enseñar la religión cristiana”, lo que les ha llevado a ser enjuiciados por un delito.
Recientemente, una resolución del Consejo de Derechos Humanos de la ONU realizó un llamado al país a interrumpir la vigilancia de las personas por su identidad religiosa y a liberar a todas las personas encarceladas por el hecho de pertenecer a dicha religión.
La resolución de la ONU procura asegurar el derecho de toda persona a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, de acuerdo con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.