El Muro Eterno de las Oraciones Respondidas, el monumento cristiano más grande que atesora el mundo, se está construyendo en Coleshill, Birmingham, y está cada vez más cercano a su apertura.
Esta original construcción arquitectónica no solo desea ser una obra maestra visual, sino que también pretende ser un “monumento de la fidelidad de Dios”, que incita a los cristianos de todo el mundo a narrar sus testimonios.
Con una aparición estructural de un millón de ladrillos blanquecinos, cada ladrillo estará vinculado digitalmente con narraciones particulares de redención y milagros, haciendo que los turistas se relacionen con la obra y descubran las historias que hay dentro de cada ladrillo.
Diseñado en forma de un bucle infinito, plasmaría la eternidad del amor divino y su fidelidad.
Richard Gamble, creador del Muro Eterno, hace hincapié en que “el poder de la historia de una sola persona puede influir positivamente en innumerables vidas”.
“Piense en lo que un millón de personas pueden hacer. Todos somos importantes para Jesús y todos tenemos una historia que contar: esa parte de nosotros que conmueve a los demás y los lleva hacia Él”, dijo Gamble.
El Muro Eterno de las Oraciones Respondidas nace para exponer los relatos de personas comunes, pero también para ofrecer oraciones de figuras históricas destacadas, como Winston Churchill o la Reina Isabel II.
Esta perspectiva intenta recordar que cada historia, por pequeña que sea, tiene un valor para Dios.
El equipo de Eternal Wall solicita a los cristianos de la Nación Americana que compartan sus testimonios, de modo que hay una meta de recopilar 200.000 relatos de oraciones contestadas. Hasta ahora se han recogido relatos de 42.000 palabras, pero Gamble indica que todavía queda un largo camino por recorrer para alcanzar un objetivo tan osado.
Es relevante la participación de cristianos de diferentes signos de fe para que el mensaje de la esperanza y de la fe pueda llegar lejos en el mundo, incluso más allá del Reino Unido.
Gamble manifiesta que el monumento no solo será una gran obra de arquitectura, superando el famoso Cristo Redentor de Río de Janeiro, sino que también es un espejo de la obra de Cristo, donde se pueden ir descubriendo curaciones, milagros, intervenciones de Dios en circunstancias difíciles, encuentros transformadores con Jesús, etc.
