Se presentó una demanda colectiva contra Churchome, la iglesia de Washington dirigida por Judah Smith y su esposa Chelsea, por obligar a su personal a adherirse a una política de diezmos que viola la ley y les exige dar a la iglesia no menos del 10% de sus ingresos netos o enfrentar consecuencias como el despido.
Un trabajador declaró que estaba tan dedicado a la política que decidió vender su casa durante un momento financiero bastante difícil para mantenerse al día con la política de Churchome y no ser despedido.
Rachel Kellogg una empleada de Churchome menciona a la teóloga principal Chelsea Smith, al director ejecutivo de Churchome David Kroll y además de Judah Smith, el principal comunicador de la iglesia, como acusados.
Rachel Kellogg y al menos otros 100 trabajadores que se vieron envueltos por la política durante los tres años anteriores se presentaron a la demanda de 44 páginas en el Tribunal Superior del Condado de King en Washington.
Kellogg alega que los demandados «llevaron a cabo un programa sistemático de abuso de salarios y horarios contra sus empleados, que incluía exigir a todos los empleados que devolvieran el 10% de sus ingresos netos a los demandados en forma de diezmos mensuales, ya que si ignoraban esa ley serian despedidos como anteriormente habia pasado con otros trabajadores».