La joven saltadora británica Andrea Spendolini-Sirieix ha capturado la atención del mundo luego de haber ganado la medalla de bronce en el trampolín sincronizado de 10 metros en los Juegos Olímpicos de París.
A pesar de su emoción por haber quedado en el podio, Andrea se tomó un momento para expresar su agradecimiento a Dios, afirmando: “Doy gloria a Dios”.
Durante una entrevista, aun luciendo su medalla, Andrea compartió cómo su fe juega un papel crucial en su vida y en su carrera deportiva. “Siempre hacemos una oración antes de competir”, dijo, refiriéndose a su compañera Lois Toulson y a sus entrenadores. “Realmente creo que traemos a Dios a la competencia. Esa actitud quita la presión y el estrés. Y toda la gloria le doy a Dios”.
Andrea también mencionó que el día anterior a la competencia, había reflexionado sobre el texto del Libro de Josué que dice “Sed fuertes y valientes”, lo que la inspiró a dar lo mejor de sí misma. “No quería ser tímida, solo quería entregárselo todo a Dios”, añadió.
Según una investigación de Christians in Sport, la visibilidad y aceptación de las prácticas religiosas en el ámbito deportivo están en aumento, reflejando una sociedad que valora la diversidad y el respeto por las identidades religiosas.