Eline, una mujer de 62 años, sufrió un esguince en el ligamento del tobillo en 2021, lo que la llevó a aislarse debido a problemas emocionales. Sin embargo, después de inscribirse en la capacitación profética, experimentó una transformación espiritual y física.
“Estaba muy desanimada y muchas veces me sentaba en el sofá y lloraba. Pero un día una amiga me dio un consejo que lo cambió todo”.
“¿Has oído hablar de la escuela profética RUAH? Creo que esto es realmente algo para ti”, dijo la amiga.
Eline siempre ha estado interesada en lo profético y decidió inscribirse en una formación online. Con la ayuda de su hijo, se unió a la clase y recibió palabras que cambiarían su vida y fue testigo de su propia curación.
Ella explicó: “Mi parto fue muy difícil, nací a los seis meses en 1961 y los médicos ya se habían dado por vencidos conmigo”.
Creció en una familia cristiana y siempre estuvo involucrada en la fe desde niña. Eline dijo que le gustaba hablar de Jesús con sus compañeros. Pero terminó siendo acosada en la escuela primaria y la situación empeoró en la secundaria.
Entonces, estas experiencias hicieron que su fe se viera ensombrecida y terminara abandonando su relación con Dios.
“Pero Dios no me dejó ir. A través de RUAH, Dios me puso de nuevo en pie”, testificó.
El equipo de la RUAH organizó una conferencia profética en Brabante (situada en el sur de los Países Bajos y al norte de la actual Bélgica). Allí, la anciana recibió sanación y liberación.
“Había una unción tan fuerte que la gente sanaba gracias a ella”, dijo Eline. Dejó sus muletas a un lado y dijo que el mayor milagro que recibió fue liberarse del miedo.
“El enemigo no quiere que avances ni prosperes y siempre está tratando de aislarte. Pero Dios dice: ‘Acércate a mí y yo me acercaré a ti’. Puedes acercarte a Jesús y aferrarte a Él”, concluyó.
A través de esta experiencia, Eline encontró la fuerza para superar sus desafíos emocionales y físicos, y ahora comparte el amor de Dios con otras personas.