Makenzie Lystrup, la primera mujer en asumir la dirección del Centro de Vuelo Espacial Goddard en Maryland en 65 años, decidió prestar juramento con un libro escrito por el astrónomo Carl Sagan, quien es ateo, y se negó a hacerlo con la Biblia alegando que es necesaria “la revalorización del vínculo entre la investigación científica y la literatura”.
El libro que lleva por nombre “Un punto azul pálido: una visión del futuro humano en el espacio” es un clásico y fue el que Lystrup eligió para asumir sus nuevas funciones en la NASA.
“La imaginación a menudo nos llevará a mundos que nunca existieron, pero sin ella no vamos a ninguna parte”, dijo Lystrup citando a Sagan en una foto en la que se le puede ver con una de sus manos sobre el libro en el momento del juramento.
Sagan en su vida además de ser consumidor de drogas, era agnóstico, por lo tanto dudaba de la existencia de Dios y consideraba que la gente debía creer en un dios de fantasía, mitología y folclore. A tal punto que él mismo dijo que cuando veía a uno de sus compañeros acercarse a Dios, se molestaba, pues él pensaba que cada uno debía tener a un «dios personalizado».
Aún en su lecho de muerte, Sagan negó cualquier tipo de posibilidad de buscar a Dios y creer en su existencia. Siempre dudo sobre la teoría de que Dios creó el cielo, la tierra, el espacio y todo lo que hoy en día podemos ver, por el contrario, el defendía la teoría del Big Bang, pues estaba en contra de todo lo espiritual ya que alegaba que no hay prueba alguna de que existe.
No hay duda de que este tipo de carreras quieren alejar cada vez mas a las personas de Dios, dando siempre una explicación científica a los acontecimientos de este mundo. Sin embargo, son muchos los que deciden reconocer a Dios como único creador del universo.
