El comediante Rob Schneider sabe que su carrera en Hollywood no durará mucho después de convertirse al cristianismo, ya que tuvo que rechazar muchos papeles que asumió a lo largo de su vida.
A los 60 años, el comediante inició su carrera en películas de comedia con un tono absurdo y obsceno, a pesar de haber actuado en otras de tono más familiar, como «Gente Grande», «Click» y «Como si Fuera la Primera Vez».
El actor dijo recientemente que su conversión al cristianismo le hizo sentir que estaba renunciando al tipo de películas que solía hacer y que confiaba en que la decisión no sería bien recibida por los estudios y productores de Hollywood.
“Sé que no puedo hacer las mismas cosas que solía hacer. No porque tenga algo en contra de lo que hice; Hice lo que hice y me sentí bien por ello en ese momento. No me juzgaré a mí mismo. Pero no haré las mismas cosas que hice. No sé qué voy a hacer… Quiero llegar a esto desde un lugar de fe, desde un lugar de algo bueno en mi corazón”, declaró.
“Ya no sé si puedo contar chistes verdes. No sé si pueda. No sé si iré. Tengo una actuación que estoy haciendo ahora; No sé si volveré a hacerlo el año que viene. Solo algunas de las malas palabras, digo, ‘tal vez ya no quiero decir esas palabras’. No sé. También creo que es importante no solo hablar con los conversos, sino atraer a la gente, y la mejor manera es mostrarlo con el ejemplo. La gente habla todo el tiempo; no significa nada. Entonces, defiendo lo que creo –Dios, la familia y la patria–, estoy bien con todo lo que se me presenta, positivo o negativo. Cuando tienes fe, nada puede realmente sacudirte”, añadió el comediante.
Rob Schneider admite que los valores de su fe lo limitan en el mercado cinematográfico y dice que la distancia es mutua. «No soy parte de Hollywood, No siento ninguna obligación con Hollywood. No me siento como Hollywood. Solo soy actor y vivo allí desde hace mucho tiempo. No tengo sentimientos de lealtad o deslealtad hacia Hollywood. Haz lo que quieran. No tengo miedo de eso. «No hablo en nombre de todo Hollywood, pero el miedo a decir la verdad y a decirle a la gente lo que piensan y lo que quieren me asombra», afirmó.