El evangelista Kenneth Copeland reveló sus pronósticos para el año que viene, las cuales se dieron durante un servicio realizado en la Iglesia Internacional Eagle Mountain, situada en Newark, Texas.
Copeland, conocido por su relación con el evangelio de la prosperidad y su ostentoso estilo de vida, realizó una serie de pronósticos acerca del porvenir; entre ellos, hizo una predicción sobre la fecha de su muerte. Si bien tiene 88 años de edad, sostiene que le queda una extensión de vida equivalente a varias décadas.
“A mí y al Espíritu Santo nos pareció bien que en 2024 estemos en la orilla de la victoria. Seguimos ahí”, dijo Copeland al comenzar su discurso.
“Y escuché en mi espíritu que, a partir de 2025, la nación cobrará vida y confesará eso a diario, especialmente en lo que respecta a las elecciones”, añadió.
Kenneth sostuvo que es “extremadamente inusual” que un candidato presidencial como Donald Trump obtenga tanto el voto popular como el del colegio electoral, una práctica que se ha materializado en solamente cinco ocasiones en la historia de los Estados Unidos.
Aunque también se atribuyó haber tenido “un año hostil” por problemas de salud recientes, entre ellos las internaciones en dos hospitales debido a una ruptura de apéndice. “Pero un corazón alegre es como una buena medicina. Y yo sé tan bien como mi nombre: el Maestro me llevó y me cuidó”, dijo.
Incluso luego profetizó la fecha específica de su fallecimiento.
“Servimos y caminamos a la sombra del Todopoderoso. He hecho un pacto con Dios y los veré el 6 de diciembre de 2056. Me voy de aquí. Tengo ciento veinte años”, aseguró ante la congregación, que estalló en aplausos.
También predijo que en 2025 habrá huracanes menos serios y que Hamás se va a ver obligado a rendirse ante Israel, alegando que por el momento una solución de dos estados no es posible.
Asimismo, Copeland se ocupó de temas más cotidianos como la forma de vestir, la generosidad, la sanidad y la forma de alimentarse, acabando el discurso con la frase de que el desenlace final está garantizado, refiriéndose a una victoria en el sentido más amplio de sus convicciones.
