Un reciente evento familiar celebrado en el Walker Art Center en Minneapolis, Minnesota, causó controversia porque algunas personas creen que fue una ritual de invocación de un demonio mitológico.
Inicialmente, el evento se comercializó como una celebración de jardinería y un lugar de reunión para la comunidad de entusiastas de las plantas.
Tamar Ettun, una artista, interpretó una pieza en el evento centrada en Lilith, una figura mítica con raíces en la demonología babilónica, que se la vincula con el uso de amuletos y encantamientos para protegerla de su conocida forma de alimentarse de bebés y mujeres embarazadas, entre otras malas acciones.
En este extraño entorno, se animó a las familias a construir objetos destinados a “atrapar” al demonio que mejor conocían; algunos incluso se refirieron al “demonio del pensamiento excesivo”.
Posteriormente, se llevó a cabo una ceremonia para invocar y “hacerse amigo” de estos demonios, lo que, según algunos detractores, confundió a los visitantes.
Desde diversas comunidades religiosas, la decisión de incluir a Lilith en un evento familiar ha generado debates y críticas.
El museo defiende la actividad como una oportunidad para investigar la psicología humana y la oscuridad interior desde una perspectiva artística y mitológica, a pesar de la controversia.
El incidente en cuestión ha provocado debates sobre cómo se representan los personajes mitológicos en la cultura contemporánea y la variedad de puntos de vista sobre su importancia y aplicabilidad en la era moderna.