Dos mujeres cristianas fueron violadas y obligadas a desfilar desnudas mientras eran filmadas en Manipur, India, donde estallaron protestas debido a los conflictos entre la comunidad meitei y la tribu kuki que se mantienen desde mayo.
Como el padre y el hermano de una de ellas fueron asesinados cuando intentaban protegerla, el caso está siendo investigado como secuestro, violación en grupo y homicidio.
Las imágenes de las cristianas siendo denigradas tuvieron un impacto en todo el país y provocaron un levantamiento en la India. Se muestra a los dos rodeados por un grupo de hombres violentos que sostienen trozos de madera en sus manos en el video de 26 segundos, que se filmó en mayo y que se volvió viral.
Fueron a un amplio campo abierto donde las cristianas sollozaban y trataban de cubrirse. «Nos obligaron a desnudarnos y desfilar o de lo contrario nos habrían matado», le dijeron a un grupo de activistas que apoyan a las víctimas.
La Corte Suprema de la India y el primer ministro Narendra Modi denunciaron los crímenes el jueves 20 de julio, calificándolos de «profundamente perturbadores y vergonzosos», según las noticias de DW.
Pero las palabras de Modi fueron una respuesta a meses de silencio. El Parlamento Europeo instó a Modi a defender a las minorías de la India y tomar medidas para detener la violencia en Manipur durante un reciente viaje.
Modi declaró bajo presión que «los culpables no se salvarán. Es imposible perdonar jamás lo que les sucedió a las cristianas conocidas como las ‘hijas de Manipur'», dijo a los periodistas.
Instó a los jefes de gobierno estatales a garantizar la seguridad de las mujeres sin mencionar específicamente la violencia, alegando que el incidente fue «vergonzoso para cualquier nación civilizada». «Mi corazón está rebosante de dolor y rabia», continuó.
El incidente se produjo un día después de los violentos enfrentamientos entre los kuki-zo, una minoría cristiana en Manipur, y los meitei, una comunidad de mayoría hindú que está gobernada por el partido nacionalista hindú Bharatiya Janata.
Según informes de The Telegraph, la mujer de 42 años afirmó que los hombres la habían maltratado y agredido verbal y físicamente, mientras que la mujer de 21 años afirmó que había sido víctima de una violación grupal.
Según la denuncia, la turba de hasta 1.000 hombres, algunos de ellos armados, secuestró a un total de tres mujeres.
«La policía estaba allí con la turba que estaba atacando nuestro pueblo», dijo la víctima, de 21 años, a los medios locales. «Unos agentes de policía nos recogieron cerca de la casa y nos condujeron a una corta distancia fuera del pueblo. Después de eso, nos abandonaron en la calle. La policía nos entregó a ellos».
Al menos 120 personas han muerto como resultado de la violencia racial y religiosa en el estado nororiental, la mayoría de las cuales eran kuki.
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