Otra infracción del derecho de Irán a la libertad de religión es el arresto de Anooshavan Avedian, un pastor iraní de 61 años, que fue condenado a 10 años de prisión.
Aunque su sentencia fue conocida en 2022, el pastor fue detenido recientemente el 14 de septiembre.
Dado que está prohibido evangelizar a los musulmanes en Irán, dos agentes de inteligencia iraníes consideraron a Avedian como un criminal.
Su arresto se produjo el mismo día en que Joseph Shabazian, otro pastor, salió de la prisión de Evin en Teherán, capital de Iran.
Según Puertas abiertas, Avedian y otros dos cristianos de ascendencia musulmana, Soori y Mohammadi, ya habían sido detenidos en el pasado por operar una iglesia en una casa.
La sentencia actual estipula que, además de la primera condena, se le privarán de 10 años de “derechos sociales”. El Tribunal Supremo de Irán rechazó su solicitud y la de otros cristianos iraníes de reevaluar la sentencia.
Como no conoció el proceso hasta su llegada al penal, el abogado del pastor Avedián alegó que el mismo se llevó a cabo de manera indebida.
Los policías que lo buscaban también amenazaron con esposar y llevarse al pastor contra su voluntad. Su detención ejemplifica la aplicación arbitraria de la justicia para restringir a la comunidad cristiana local y representa otra violación contra la libertad religiosa de Irán.
El grupo pide oraciones por el pastor, su familia y todos los cristianos que están siendo perseguidos en Irán, que figura como el octavo peor país en cuanto a persecución cristiana en 2023.