Aquellos que estaban familiarizados con la vida de Lydia McLaughlin desde el principio, tal vez no se hayan imaginado que ella estaría hoy alabando a Dios por su salvación y la de su familia.
Más que eso, la actriz publicó un libro devocional para mujeres con la intención de compartir su jornada de fe, debido a que se crió en una familia disfuncional y estaba lejos de Dios.
Tanto la madre hippie, como su padre esoterista, inculcaron en Lydia falsas creencias basadas en el concepto de la reencarnación.
Aunque todavía era una niña, la chica optó por ir a una iglesia evangélica. No tenía idea de que Dios la estaba acercando a Él a través de su curiosidad natural.
«Comencé a buscar a Dios. Nunca me presentaron a Jesús de la manera en que lo hicieron estas personas. El Señor realmente abrió mi corazón», dijo en una entrevista con CBN News.
Después de convertirse en cristiana, Lydia comenzó a compartir el evangelio con su familia. Como resultado, gradualmente notaron que su comportamiento cambiaba, lo que también los atrajo y los llevó a su conversión.
La actriz de la televisión estadounidense ahora tiene una nueva perspectiva sobre los momentos difíciles de su vida, dijo: «Aprendí a ser feliz. Aunque no sea algo natural para nosotros, el gozo es algo que podemos aprender a tener. Solo confío en el gozo del Señor».
La perseverancia es la lección más importante aprendida después de años de buscar y dar, según la actriz. «Nadie puede quitarme mi alegría porque viene del Señor, incluso en medio de las dificultades y tribulaciones. Y eso es eterno y nunca cambia», agregó.