La “Agenda 2030” está en marcha y tener un pensamiento que vaya en contra de la misma, puede causar cada vez más dolores de cabeza. Tener una postura diferente a lo que ahora quieren «normalizar» generalmente viene con duras críticas para aquellos que se atreven a hacerlo público. Eso fue lo que sucedió cuando la popular surfista Bethany Hamilton, se pronunció en contra de la participación de mujeres transgénero en la categoría femenina de este deporte.
Bethany es una chica cristiana cuya pasión es surfear sobre las olas del Pacífico. Hasta que un lamentable accidente cambió todo lo que tenía planeado para su futuro en el deporte, pues durante una sesión de entrenamiento, un tiburón le desprendió el brazo izquierdo de una mordida.
Con un solo brazo, Bethany superó este terrible momento y; con su voluntad indomable, participó y ganó en varios concursos en el campo, una fuente constante de inspiración para muchos jóvenes.
Su fe la ha llevado a algunos de los lugares más famosos del mundo de los deportes acuáticos, y las redes sociales en ese momento fueron vistas como una plataforma para arrojar un rayo de esperanza sobre muchos jóvenes que estaban a punto de darse por vencidos a la primera prueba.
“¿Soy solo un número de hormonas? ¿Es el nivel hormonal una descripción honesta y precisa de que alguien es hombre o mujer? ¿Es tan simple como esto?”, expresó Hamilton en su cuenta de Twitter, debido a la permisividad de la Liga Mundial de Surf, que permite que mujeres transgénero compitan con mujeres reales simplemente exhibiendo niveles de testosterona similares a los de las mujeres.
“Es decepcionante ver cómo desde una enorme red de inspiración puede adoptar una postura tan fuerte en contra de los atletas transgénero”, escribió su crítico. Y así como este, innumerables comentarios de críticas que pretenden desprestigiar a la famosa surfista.
