El domingo pasado, cientos de jóvenes se reunieron en la Avenida Paulista con el fin de participar en una acción de evangelización. Muchos de ellos aceptaron a Jesús, vivieron curaciones y observaron un despertar espiritual.
Este acontecimiento impulsado por la misión “Alcance” significó su arribo a São Paulo tras realizar acciones exitosas en Río Grande do Sul y Sertão do Maranhão.
Más de 100 misioneros de diferentes zonas de Brasil se sumaron a la evangelización, aportando una máxima participación al acontecimiento. Davide Grosso y Rafael Santmour, evangelistas, relataron sus vivencias y los milagros sucedidos en sus redes sociales, lo que contribuyó a captar más interés por la actividad.
La evangelización tuvo lugar a las 10 de la mañana e involucró a jóvenes que llevaban carteles, brindaban alabanzas y formaban parte de un grupo de oración. Este día no solo reforzó la creencia de los asistentes, sino que también intentó llegar profundamente a la comunidad, llevando un mensaje de esperanza y cambio espiritual.
“¡Es un tiempo establecido para que exaltemos a Aquel que es digno de todo! No se trata de nombres, movimientos o personas, se trata de Jesús”, comunicó Rafael en Instagram citando Filipenses 2:10.
En videos difundidos en redes sociales, se observaron a numerosos jóvenes profundamente impactados por la presencia de Dios.
Davide, uno de los evangelistas, predicó acerca del amor divino, subrayando que Jesús viene a buscar y salvar a los perdidos, y que evangelizar es obligación de todos los fieles, que deben estar presentes y participando activamente en las calles.
Además, enfatizó que la auténtica naturaleza de la Iglesia se expresa en el amor hacia todos, incluso a aquellos que son vistos como diferentes, sosteniendo que Dios es amor en su totalidad. Destaco que no existe espacio donde Jesús no sea el Señor y que el objetivo de su ministerio en la Avenida Paulista es exaltar la vida y el reinado de Cristo.
“Esta es la Iglesia de Jesús, hermanos míos, no importa dónde, cómo, si llueve o hace sol. Lo que importa es que estamos aquí porque queremos gritar que Jesucristo es digno de recibir nuestra alabanza y entrega. Él es digno de nuestra obediencia, Él es digno. Esta es una Iglesia enamorada de Jesús bajo la lluvia, gritando que Cristo vive, gritando al pueblo que vino a buscar y salvar lo perdido. Gritaremos esta verdad a los cuatro vientos, en las calles, llueva o haga sol, porque ese es nuestro mensaje, somos responsables de ello”, expresó Davide.
Esta enorme labor de evangelización resultó en que muchos participantes aceptaron a Jesús y observaron curaciones.
Un joven expresó que, después de una reciente intervención quirúrgica, ya no experimentaba dolor y saltó de felicidad, mientras que una mujer contó que sus problemas de rodilla la habían forzado a abandonar el ministerio de danza, resaltando la restauración que vivió como un acto de Dios.
Los testimonios prosiguieron con un joven que manifestó su gratitud a Jesús por la libertad que halló mediante la fe, señalando que “el Señor descendió por la Avenida Paulista”.
Otro individuo relató el cambio de su amiga, que superó su adicción y la depresión, señalando un resurgimiento espiritual a través de la evangelización.
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