John Botía se ha convertido en el primer pastor cristiano abiertamente gay en Latinoamérica, sirviendo en la “Iglesia de la inclusión” en Bogotá, Colombia.
Su nominación ha generado controversia, con algunos cuestionando su conformidad con la enseñanza bíblica. Botía defiende su posición, afirmando que busca luchar por la verdadera libertad que Jesús otorga y promover la inclusión y el amor incondicional de Dios hacia todas las personas, independientemente de su orientación sexual.
Aunque su elección ha generado críticas, él sostiene que su mensaje es el amor y abogado por la justicia social. Mientras que algunos apoyan su labor, otros cuestionan su interpretación de las Escrituras y su estilo de vida. La situación plantea un debate sobre la interpretación de la Biblia en relación con la sexualidad y el papel de la iglesia en la sociedad actual.
Sin embargo, dijo que su intención no es tener a todos contentos. “Nuestro mensaje es el amor y el de un Dios, que no es el que nos venden, sino uno amoroso, que es padre, madre, tío, tía, amigo, amiga, y está siempre abierto para reconfortar. No tenemos miedo de perder o que nos humillen y persigan, creemos, es en la justicia social”, dijo.
“No creemos en iglesias para homosexuales o para heterosexuales, creemos que hay iglesias para personas. Somos una comunidad de creyentes, no nos distinguimos por raza, género ni nivel socioeconómico. Nos reunimos los creyentes como una manera de fe”, comenta el pastor.
Botía concluyó su entrevista diciendo: “Quiero decirle a todas las personas de la población LGBT que Dios les ama y que cuando lo conozcan o la conozcan van a sentir una liberación y amor profundo. No se den látigo, no se atormenten, no vayan a terapias de conversión. Acéptense”.
Hoy en día John Botía tiene una pareja con quien funge en el ministerio, y han manipulado la Palabra de Dios a su conveniencia.
Jesús está a la puerta y es necesario que llevemos fruto de verdadero arrepentimiento, la palabra dice: “No te acostarás con varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación”, Levítico 18:22.
También dice en 1 Corintios 6:9-10, “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”.
Esto es Palabra de Dios, por lo tanto, no la podemos cambiar ni alterar.
