Al negarse a renovar la licencia de transmisión, el gobernador de Oklahoma tomó recientemente una decisión radical contra las cadenas de televisión de su estado que fomentan abiertamente y sin remordimientos la ideología gay en los niños.
Kevin Stitt, gobernador de Oklahoma, vetó recientemente un proyecto de ley que habría renovado la licencia y proporcionado millones de dólares en fondos para la Autoridad de Televisión Educativa de Oklahoma (OETA por sus siglas en inglés), a la cadena estatal «PBS» que llega a más de 650,000 espectadores semanalmente, porque se descubrió que casi todo su contenido está dedicado a la inclusión LGBT y la sexualización de los niños.
Los programas a los que se refiere Stitt son «Plaza Sésamo», «Clifford: the Big Red Dog» y «Mister Rogers», que recientemente han retratado sutilmente a los jóvenes televidentes parejas homosexuales y símbolos LGBT como parte de la implantación forzada de la agenda gay en la nación; Algo muy parecido ocurre con el gobernador Ron DeSantis en California contra Disney.
La estación pública argumentó que su programación: «Brinda contenido basado en el plan de estudios que durante generaciones ha educado e inspirado a niños en Oklahoma y en todo el país».
«Las familias en Oklahoma corren el riesgo de perder el acceso al contenido gratuito local en el que confían para ayudar a los niños a desarrollar todo su potencial debido a la amenaza financiera. Apoyar a los niños mientras aprenden y se desarrollan a través de una programación familiar y querida sigue siendo el principal objetivo de PBS KIDS. El vocero de PBS argumentó que ahora no es el momento de negarle eso a ningún niño».
DeSantis y Stitt son actualmente los principales portavoces del movimiento que busca salvaguardar las mentes, la educación y los corazones de los más pequeños de toda la perversidad LGBT a través de la inclusión. Cada vez más líderes políticos, empresas y medios de comunicación se unen a la lucha para detener a quienes propagan la ideología de género en los niños.
Actualmente, «Corporation for Public Broadcasting» recibe $2,9 millones del gobierno estatal, mientras que PBS recibe alrededor de $6,3 millones en fondos de transmisión basados en donantes.