Dos gemelos siameses unidos por el abdomen y la pelvis fueron los causantes de las oraciones y llantos de sus padres y de todo el personal médico que los atendió durante una delicada cirugía.
Cuando los padres, Lorena Barrera y Alejandro Villalobos, descubrieron que a Mateo y Lucas no solo les unía la pelvis y el abdomen, sino también el intestino delgado y un solo colon, inmediatamente expresaron preocupación por las complicaciones de esta afección conocida como «isquiópago».
Los gemelos fueron trasladados a Houston, donde recibieron atención en el Centro Fetal del Texas Children’s antes de nacer. Cuando nacieron, a principios de 2022, ya se estaban preparando para la compleja separación.
La doctora Alice King, cirujana pediátrica, supervisó el procedimiento en agosto de 2022 en el hospital donde se alojaban, luego de determinar que este caso era increíblemente complejo.
Antes de la cirugía que les daría a Mateo y Lucas una vida de independencia, 26 profesionales médicos pasaron juntos 17 horas orando.
Un total de 30 equipos médicos trabajaron en la unidad de cuidados intensivos neonatales para vigilar la recuperación de los bebés.
Los gemelos tuvieron una cirugía por separado el 28 de junio de este año, lo que convierte a los dos niños en un testimonio de adversidad y perseverancia que puede usarse para bendecir a otros.
La madre de los gemelos, Lorena, dijo: “Es de la mano de Dios que mis hijos están aquí. Las enfermeras y los especialistas fueron excelentes”.
Sin duda, un testimonio que muestra cómo la ciencia y la religión pueden trabajar juntas en beneficio de una persona.