El domingo pasado, la ciudad de Assen, en los Países Bajos, se llenó de máscaras y disfraces mientras sus habitantes celebraban las festividades de Halloween. Este evento anual reúne a personas de todas las edades, quienes se disfrazan de diversas criaturas espeluznantes y personajes de ciencia ficción, llenando las calles de una atmósfera festiva.
Sin embargo, este año, un grupo de evangelistas de la iglesia Ecclesia Assen, en la plaza Ceres, decidió darle un giro a esta festividad, llevando el mensaje de Jesucristo a cientos de personas, además de ofrecer oraciones a los transeúntes, una actividad que tuvo gran receptividad por el público.
“Jóvenes y mayores querían anunciar con gran entusiasmo esta buena noticia en Assen. Gran parte de la congregación se encuentra en la ciudad”, dijo a Ecclesia Assen, en un artículo de Revive.
“Jesús es la luz del mundo y venció las tinieblas” fue el mensaje que resonó en las calles, mientras los evangelistas compartían folletos, historias y charlas sobre la esperanza y la salvación en Cristo.
Como en toda actividad pública, las reacciones fueron variadas. Mientras algunos observaban con interés y se detenían para conversar, otros se sintieron incómodos. La naturaleza abierta de la plaza hace que cualquier evento tenga un impacto directo en quienes la cruzan. Entre los transeúntes, un hombre se sintió especialmente afectado por la actividad.
Decidido a expresar su descontento, confrontó a los evangelizadores: “No soporto que hagan este tipo de acciones en medio de la ciudad. Solo queremos celebrar nuestras vidas, pero ahora nuestros hijos se enfrentan a usted con el hecho de que ellos y nosotros somos malos. Creo que eso es realmente terrible”.
Sin embargo, lejos de generar conflicto, este encuentro se convirtió en una oportunidad para el diálogo.
Los evangelizadores acogieron al hombre con mucho respeto y paciencia, escuchando sus preocupaciones y compartiendo sus propios puntos de vista, por lo que uno de ellos le explico: “Muchos de los jóvenes que ven aquí han tenido depresión, problemas con la ley y han estado atrapados en adicciones en el pasado. Pero a través de este tipo de acciones, dejaron ir esas cosas, cambiaron a través de la obra de Jesucristo y ahora todos tienen un aporte positivo a la sociedad. ¿No es hermoso?”.
Este intercambio no solo permitió que ambas partes expresaran sus ideas, sino que también promovió un ambiente de respeto y comprensión mutua.
El evangelismo en Halloween demuestra que incluso en las festividades que parecen estar centradas en lo oscuro, hay espacio para la luz y la esperanza. A pesar de encontrarse con resistencia, cientos de personas decidieron aceptar a Jesús en sus vidas durante la actividad.
“Todos han probado y oído que Dios los ama. Y como iglesia oramos para que el Espíritu siga latiendo en los corazones de estas personas. ¡Y quien busca encontrará a Jesús!”, concluyó la iglesia.