El domingo 3 de diciembre, miles de cristianos evangélicos de varias comunidades de Chiapas, México se reunieron en Tuxtla Gutiérrez para una marcha pacífica.
Esta marcha pública, organizada por la Iglesia de «Jesús es el Camino», tenía como objetivo expresar gratitud a Dios por la paz en Chiapas, al mismo tiempo que pedía a los líderes gubernamentales la guía de Dios.
El pastor Josué Pérez Pardo destacó la importancia de esta iniciativa como expresión de agradecimiento por la paz en Chiapas. Durante la procesión, los participantes oraron por el bienestar del gobierno estatal y sus representantes y los instaron a promover acciones justas y el desarrollo social.
El pastor Pérez dijo que la marcha fue una respuesta a los acontecimientos recientes en Chiapas, incluida la violencia en la Sierra y los accidentes de tránsito. Lamentó la persistencia de la violencia, especialmente en la zona norte del estado.
Chiapas experimentó un período de intolerancia religiosa, con evangélicos expulsados de sus aldeas y sus hogares destruidos por no participar en festivales católicos romanos.
La Iglesia «Jesús es el Camino» ha organizado anteriormente eventos similares, como una caravana de oración motorizada, en respuesta al número de muertes por COVID-19. Estos hechos demuestran la resiliencia y la fe de la comunidad evangélica en Chiapas.