La pérdida de Shireta Rogers de 44 años, la devota esposa del pastor y músico Tim Rogers, quien en 2018 se refirió públicamente al infierno como un «cuento de hadas», pero dijo que cree en la tierra, el cielo y el más allá. Ha dejado a decenas de familiares y fanáticos llorando en público en las redes sociales.
Tim Rogers y The Fellas, la banda del pastor, compartieron la noticia de su fallecimiento en Facebook el martes por la tarde.
«El pastor Tim Rogers quiere expresar su gratitud por responder a todas sus oraciones. Shireta Rogers, la primera dama, ha regresado a Dios su Padre. Agradecemos sinceramente su amor y apoyo y gracias por sus oraciones», dijo la banda.
La Iglesia Hope en Blytheville, Arkansas, fue dirigida por el pastor Rogers y su esposa. Habían estado casados por más de 25 años y tenían siete hijos, (seis niñas y un niño).
Después de decir en el funeral de un joven en Blytheville que el infierno es un «cuento de hadas» y que es idéntico a Santa Claus en 2018, Shireta ganó mucha atención.
«Creer en el infierno implica aceptar la existencia de Santa Claus. El infierno es solo un lugar en la mente. Y me dijeron que todo lo que no tiene explicación debe ser producto de la imaginación de uno», dijo Rogers.
«Por lo tanto, puede hablar de un Infierno del que no está seguro de si alguien salió alguna vez. Nadie le informó que estuvo caliente durante mil millones de años. Nadie regresó durante mil millones de años. No vine aquí para obtener su aprobación. Podría enseñarte cómo hacerlo, pero no estoy interesado». Dijo Rogers.
Más tarde, Rogers reveló en una larga entrevista con Christian Post que ella y su iglesia estaban buscando un significado y una verdad más profunda, y que realmente no podía predecir qué pasaría con los cristianos y los no cristianos después de su muerte.
Ella dijo: «Realmente no puedo responder a dónde van los creyentes y los no creyentes después de la muerte. Para ser completamente honesta, todo lo que sé sobre Dios, Cristo y otros asuntos espirituales me fue transmitido. Por lo tanto, ahora estoy en una posición en la que soy algo vulnerable. No vacía, pero sí abierta».