Nancy Smith, una mujer de 66 años, residente de Ohio, fue condenada erróneamente en 1994 por abuso infantil en un centro de educación preescolar, por lo que pasó más de 15 años en prisión.
Smith, quien era madre soltera, recibió su condena junto a Joseph Allen por supuestas violaciones a menores de edad, pese a que ambos declararon ser inocentes. Después de décadas de batallas legales, en febrero de 2022 se emitieron nuevos veredictos y JD Tomlinson, el fiscal del condado de Lorain, desestimó las acusaciones en su contra.
Fue entonces cuando pudo presentar una demanda federal por condena injusta en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Cleveland. La demanda presentada nombra a la ciudad de Lorain, al condado de Lorain y a varios funcionarios, incluido el ex secretario financiero del condado, Jonathan Rosenbaum, como acusados.
Los cargos originales contra Smith fueron anunciados por Margaret Grondin, quien afirmó que su hija de cuatro años estaba siendo abusada en la guardería. Sin embargo, el abogado de Smith, Elliot Slosar, sostuvo que las acusaciones eran parte de un plan destinado a obtener beneficios del seguro en forma ilegítima.
Tras investigaciones, se ha descubierto que Grondin engañó a los niños para que mintieran acerca de Smith, por una situación de necesidad económica. Además, el hijo de Grondin testificó que fue su madre quien la acusó, e incluso les enseñó a él y a su hermana cómo contar su historia.
A pesar de esta lamentable situación, Smith mantuvo su fe, la cual la ayudó a mantener la esperanza de volver a su hogar, dado que fue condenada a entre 30 y 90 años por un crimen que no cometió. “Nunca puedes perder la fe. Nunca puedes perder la esperanza”, dijo.
“Hubo un momento en el que pensé que nunca volvería a casa. Cumpliré una condena de 30 a 90 años. Nunca volveré a casa. Pero nunca renuncié a mi fe porque sabía que… este era el tiempo del hombre. Este no era el tiempo de Dios”, agregó.
La demanda emitida por Smith también critica a la policía de Lorain, afirmando que ignoraron algunas pruebas que indicaban afirmaciones falsas sobre ella, como un informe escrito por el detective Tom Cantú en 1993, el cual contenía el testimonio de todos los niños que viajaban en el vehículo de Smith, quienes indicaron que la misma no los había tocado y expresaron su comodidad al estar con ella.