Ana Paula había sido operada previamente tres veces, estaba muy enferma y tenía dificultades para caminar.
Este testimonio fue compartido en Instagram por el misionero Azi Soares, quien predicó “Unidas y Restauradas” en una reunión de mujeres celebrada en la Iglesia de Dios Barra mansa.
“Tengo estas dos muletas porque Jesús sanó a esta mujer aquí. Ella dará testimonio”, dijo Azi en el vídeo.
La mujer, Ana Paula, dijo que llegó al servicio con muletas y con la ayuda de dos amigas porque tenía dificultades para caminar.
Ya ha sido sometida a tres operaciones y requirió que le insertaran placas y siete tornillos en las piernas. A pesar de los procedimientos y el tratamiento, Ana Paula no mejoró y desarrolló dolores intensos.
“No pude soportarlo. Le dije: ‘Señor, me operé para mejorar, y hasta ahora nada’. [Tomar] antibióticos, antiinflamatorios, simplemente usarlos. En mi casa todos eran escépticos y decían: ‘No hay manera, vas a tener esa pierna así’. Le dije: ‘No acepto eso, Señor. Caminé, quiero recuperar mis piernas’”, dijo.
Estaba tan emocionada que saltaba sin parar y no podía expresar sus pensamientos con precisión. “¡Dios hizo todo, ya no queda nada!”, testificó.
Según Azi, la curación se produjo durante un sermón y una de sus piernas torcidas se enderezó de forma sobrenatural.
“En el momento de la palabra, el Espíritu Santo me impulsó a liberar sanidad y obedecimos por fe”. Ana Paula empezó a creer en la Palabra y ocurrió el milagro. “Empezó a sudar, sentía que le salía líquido de las piernas y le crujían los huesos”, dijo el predicador.
“Era Jesús trabajando, operando. Llegó con muletas y volverá saltando. Dios todavía cura”.
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